La Policía del Valle del Cauca frustró el robo de una cocaína que habría de ser destruida en un horno, pero había sido sacada de éste para recuperarla. No obstante, los ladrones lograron huir dejando tras de sí pistas contra funcionarios públicos.
Los únicos que conocían de la destrucción y el paradero de la cocaína eran los miembros de un reducido grupo de policías, fiscales y procuradores.