Además de la estrella que consiguió Millonarios, en el Campín hubo otras dos: el fiscal Francisco Barbosa, que entró brincándose todos los protocolos y salió violando las normas de tránsito y el dirigente Ramón Jesurúm, que tuvo que coger taxi en la avenida.
En medio de las celebraciones de los hinchas embajadores al ganar su estrella número 16 en la final del fútbol colombiano, también se sumaron otras personalidades de interés nacional que fueron a ver el partido.
Nicolás Alcocer, uno de los hijos de Gustavo Petro, publicó un trino sobre el presunto abuso de autoridad del fiscal quien habría hecho valer su condición de alto funcionario para ingresar al estadio por encima de los demás.
Al termino del juego, un numeroso grupo de escoltas le abrió paso al fiscal Barbosa y su hermano en medio de la multitud para que se subieran a los vehículos parqueados en plena Avenida 30, un lugar en el que los bogotanos tienen prohibido estacionarse.
Otra ‘estrella’ que se hizo notar pero que nadie estaba esperando era el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún. Según el registro de Noticias Uno, seguramente el dirigente no era esperado por las camionetas parqueadas sobre la carrera 30.
Jesurún intentó tomar un taxi luego del partido pero ninguno quería llevarlo a su destino. Su ira fue evidente en varias ocasiones y fue captado por una de las cámaras de Noticias Uno, hasta que un conductor aceptó llevarlo.
Por otro lado, Claudia López y su esposa, Angélica Lozano no pudieron ocutlar su felicidad con el título número 16 de Millonarios ante su acérrimo rival en los cobros desde el punto penal.
Los demás asistentes al estadio ofrecieron un espectáculo ejemplar por su acatamiento a las normas de convivencia.Hubo disturbios en la ciudad, pero a kilómetros del estadio.