El gobierno anunció el final del Clan del Golfo, con la captura de alias Otoniel, pero lo que se ha visto en San José de Apartadó es una mayor presencia y amenaza de ellos contra los campesinos que hace quince años se resisten a cederle sus tierras, una veces bajo ataques del Clan y otras por acciones directas del Ejército, que, como los sicarios de Otoniel, siguen en la zona.