No sólo Bogotá, sino todo el país, tendrá una semana de agitación social. A la Minga, que ha anunciado marchas hasta cuando sea recibida por el presidente, se sumarán las protestas de Fecode y de las centrales obreras.
Esta realidad parece haber sorprendido al gobierno Duque, que ante la proliferación de marchas de diversos sectores sociales ha estado semi-ausente en sus respuestas.