Por lo menos dos de los 170 guardias y funcionarios carcelarios que los presos de Ecuador secuestraron en sus cárceles fueron asesinados y sus crímenes publicados en redes, en busca de una negociación con el gobierno.
El gobierno dice que nada tiene qué negociar con los criminales y que logrará rescatar a los que aún están retenidos, mientras las calles de Ecuador viven una tensa calma tras una semana de terrorismo y la detención de 854 presuntos criminales.