Luego de recibir cuarenta billones de pesos este año, los directivos de tres EPS se unieron para firmar una carta en la que le reclamaban más plata al gobierno. Éste calificó la carta como generadora de pánico, porque con las EPS el gobierno está al día, pero éstas no lo están con sus pacientes.
Con o sin reforma, el gobierno se propone endurecer la legislación para darle dientes a la Superintendencia de manera que pueda vigilar que los pagos a las EPS efectivamente se gasten en la salud de los pacientes y no del negocio médico.