La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se llevó la versión del testigo ocular de una tortura de la policía a un joven de Madrid, Cundinamarca, que le ocasionó un daño cerebral y luego la muerte.
El comandante de los policías involucrados en el testimonio fue trasladado a otra ciudad, pero de los protagonistas de la tortura y asesinato del joven no se le dio a la comisión ninguna información.