El domingo en Granada, Antioquia, se congregaron 160 víctimas de los falsos positivos de la Cuarta Brigada del Ejército para reclamarle al comandante de esa unidad entre 2002 y 2003, el general Mario Montoya, por las desapariciones, torturas, cacería y ejecución de sus hijos o hermanos. Montoya no se hizo presente, pero tampoco ha reconocido haber hecho nada irregular.