La esposa de Alberto Giraldo, enlace del Cartel de Cali y el mundo político descubierto en el Proceso 8.000, le salió al paso a los comentarios de un periodista del uribismo que recordaba sus alianzas con dirigentes de otros partidos.
Ella admite que trabajó con un dirigente de izquierda, pero dice que el mejor amigo de su marido, era el padre de un dirigente de la derecha.