Hace trece años el Congreso resolvió castigar a los miembros que habiendo sido elegidos con un discurso político hacían bancada con el argumento opuesto, traicionando la intención de sus electores. La actual legislatura quiere despenalizar otra vez esa conducta.
Hay congresistas y partidos que hace década y media promovieron el castigo a este engaño al elector, pero dicen que ahora, con el desorden en sus partidos, si es necesario despenalizarla por una sola y única vez, es decir, están legislando en beneficio de ellos y no de sus electores.