Aunque el gobierno le pide a la empresa privada preservar los puestos de trabajo, la Cancillería prescindió de al menos cuarenta, sin previo aviso, cuyos puestos de habían sido tercerizados hace años.
Ellos eran los encargados de la atención al público en las secciones de servicio al público en Bogotá para los servicios de visas, expedición de pasaportes y autenticación de documentos colombianos.