El conteo de los votos en los próximos comicios no correrá por cuenta de un ente público y ni siquiera de una empresa colombiana. La española INDRA, una empresa privada, compitió consigo misma y la Registraduría le asignó el contrato mientras el país estaba en fiestas.
El contrato se asignó a dedo, por 27 mil millones de pesos, el 29 de diciembre pasado, es decir, un día después del día de los santos inocentes.