Piedad Córdoba empezó a destacarse en la vida pública y política del país cuando todavía el acceso a cargos de poder de las mujeres era muy difícil. Ella no sólo irrumpió con fuerza en la política de uno de los departamentos más conservadores de Colombia, como Antioquia, sino que rápidamente saltó a la fama nacional con sus controvertidas y francas posiciones.