Rodrigo Tovar Pupo, mejor conocido como Jorge 40, prácticamente fue un paramilitar que nunca tuvo vida clandestina. Durante su criminal vivía en la plaza principal de Valledupar y cuando se desmovilizó lo acompañó la clase política del departamento.
Jorge 40 ya pagó la pena en Estados Unidos a la que fue condenado por narcotráfico y está por regresar al país, en donde su hijo ya tiene un cargo público en el Ministerio de Interior.