30 años después de que el Clan Castaño le quitara su finca y un año después de que un fallo ordenara devolvérsela, él no tiene derecho a usar su baño y sólo puede dormir en el suelo que es suyo, porque el indigno expresidente de Corte Constitucional Jorge Pretelt, que la explotó por tres décadas, resolvió destruirla y antes de cumplir el fallo.
Qué tal esto.