“Estaba asistiendo a una audiencia pública en los juzgados de Paloquemao por el caso de Sergio Urrego, un caso que no ha avanzado…”, representante Mauricio Toro.
El joven representante a la Cámara por el partido Verde, Mauricio Toro, activista de los derechos de la comunidad LGBTI, grabó la prueba de la discriminación que él mismo sufrió, esta semana, cuando intentaba asistir a una audiencia en el caso de Sergio Urrego, el estudiante que se se suicidó porque no pudo soportar la propia discriminación que él padeció en su colegio debido a sus preferencias sexuales.
Afirmó Toro: “resulta que entré con una bandera LGBTI a acompañar la audiencia, una bandera que venía enrollada…”.
Pese a ser congresista y a que se identificó como tal, dos agentes de Policía se negaron a dejarlo pasar con sus acompañantes porque llevaba la bandera de identidad gay en la mano, respecto a esto Toro dijo: “Inmediatamente los dos policías, una mujer y un hombre que estaban al ingreso de esos juzgados vieron la bandera y parece que hubiera portado yo un arma…”.
Toro y sus amigos tuvieron que hacerse a un lado mientras otras personas entraban libremente a los juzgados aunque también llevaban paquetes en la mano.
Ante la insistencia del representante, los agentes alegaban que había una presunta norma que impedía entrar elementos en la mano a las audiencias.
El agente encontró un argumento que no tenía sentido porque a tiempo que les prohibía el acceso a ellos pero permitía el del resto de los visitantes, decía que no tenía tiempo de buscar la norma prohibicionista, “Mi señora, lo que pasa es que estoy trabajando en un control de seguridad del edificio. No puedo vulnerar la seguridad por su culpa”, aseguró uno de los agentes.
Hasta cuando llegó un oficial a tratar de resolver el problema:
“No está dejando ingresar que porque trae la bandera… Yo no la voy a extender, voy a estar en una audiencia pública, me voy a sentar…”.
Al agente le debió parecer muy chistosa su conducta discriminatoria porque se veía divertido:
“ Y usted no se ría, usted no se ría… Deje de ser descarado, cínico… su deber es hacer respetar los derechos de los ciudadanos…«.
Pero el agente seguía burlándose y entre dientes dijo: «yo me río cuando quiera».
y continuó sonriendo… Entonces su compañera, la mujer policía, sacó una nueva disculpa mientras su jefe, poco eficiente, intentaba encontrar en un librito, la norma mágica que les diera la razón: “La ley 1048 lo dice y la audiencia es privada…”.
Toro y sus amigos decidieron entrar sin la bandera… Y, sorpresa, la audiencia era pública y todo el mundo estaba en la sala…. Evidente caso de discriminación contra la comunidad LGBTI, paradójicamente en la audiencia del niño Urrego que no pudo soportar la vida por casos como este, el mismo que sufrió Mauricio Toro… Y eso que Toro es congresista… ¿Qué pasará con los demás miembros de esa comunidad cuando se encuentren con policías como estos?