“Dejen de estar lucrando con nuestro dolor… Y si me ven de negro, y soy muy radical y si quemo y si rompo y hago un pinche despadre en esta ciudad… ¿cuál es su pinche problema? ¡A mí me mataron a mi hija!
Así, salida literalmente de madre, hablaba esta semana Yesenia Zamudio, una mamá mexicana adolorida por el asesinato, nunca resuelto por la justicia, de su hija María de Jesús Jaimes Zamudio, en 2016.
«Yo no soy una colectiva ni necesito un tambor ni necesito un pinche partido político que me represente…«
La ira de Yesenia estalló en medio de una manifestación convocada para pedir justicia para Ingrid Escamilla, otra joven asesinada el fin de semana pasado…
«yo me represento sola y sin micrófono… yo soy una madre que me mataron a mi hija. Y si soy una madre empoderada… y feminista…. Y estoy que me carga la chingada…«
El discurso de Yesenia le dio la vuelta al mundo por la claridad con que representó la frustración de las mujeres por los feminicidios que suceden y siguen sucediendo sin que sean castigados …
«tengo todo el derecho a quemar y a romper… yo no le voy a pedir permiso a nadie porque yo estoy rompiendo por mi hija».
La reacción de los presentes ante el dolor de Yesenia fue de respetuoso silencio
«porque antes de que asesinaran a mi hija, han asesinado a muchas, un chingo…«
Yesenia dirigió su reclamo también contra los políticos y contra el propio gobierno que se solidariza pero no actúa…
» Ya no señores ¡Se les acabó! Ya rompimos el silencio y no vamos a permitir que hagan un maldito circo de nuestro dolor. Y si van a hablar, hablen de todas… de todas las que violan y acosan también los maestros…«
María de Jesús, la hija de Yesenia tenía 19 años cuando fue lanzada desde el quinto piso de un edificio al parecer por uno de sus profesores quien no ha sido investigado ni desvinculado de la universidad donde aún dicta clases.
«madre de María de Jesús Jaimes Zamudio que exijo justicia por mí, por mi familia y por mi hija y por todas las que nadie nombra porque todos los días asesinan una, y otra, y otra…«
Esta semana las protestas se incrementaron por el asesinato de una niña de 7 años cuyo cuerpo fue encontrado torturado y sin órganos. Las manifestaciones han afectado al presidente López Obrador que no ha sabido sortear la crisis pues parece insensible ante los crímenes de odio contra las mujeres.